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Por qué "Sultans of Swing" sigue siendo el emblema de Dire Straits

La canción, incluída en su álbum homónimo de 1978, tardó en despegar, pero cuando lo hizo, lo hizo con fuerza.

  • 19/05/2025 • 10:19

El 19 de mayo de 1978, Dire Straits lanzaba su primer single, "Sultans of Swing", una de las canciones emblemáticas de la banda británica.

Con su ritmo pegadizo y la magistral guitarra de Mark Knopfler, Sultans of Swing se convirtió en un éxito instantáneo y catapultó a Dire Straits a la fama internacional, consolidándolos como una de las bandas de rock más importantes de la década de los 80.

Sultans of Swing fue el primer single de Dire Straits, una banda emergente que buscaba abrirse paso en la escena musical.

La canción, incluída en su álbum homónimo de 1978, tardó en despegar, pero cuando lo hizo, lo hizo con fuerza.

Seis meses después de su lanzamiento, alcanzó el número 10 en las listas de éxitos del Reino Unido y Estados Unidos, convirtiéndose en un éxito rotundo que impulsó las ventas del disco a cerca de dos millones de copias solo en territorio estadounidense.

La historia detrás de la canción es tan fascinante como la melodía en sí misma.

Para grabar la maqueta de Sultans of Swing, los hermanos Mark y David Knopfler, junto al resto de la banda, viajaron a Londres con un presupuesto limitado de apenas 100 libras. Esta situación financiera los llevó a adoptar el nombre "Dire Straits", que en español podría traducirse como "grandes apuros".

La canción narra la historia de una banda de jazz que toca en un pequeño y poco concurrido bar al sur de Londres. 

En su letra, Mark Knopfler describe la atmósfera del lugar y la vida modesta de los músicos, a quienes escucha despedirse con la frase "We are The Sultans of Swing".

Esta frase refleja la admiración de Knopfler por el jazz y sus estilos derivados, como el dixie y el honky tonk, a los cuales rinde homenaje en la canción.

Según Mark Knopfler, durante el proceso de grabación de la canción, improvisó un riff o "lick" de guitarra en la parte final que se volvió muy pegadizo.

En sus propias palabras, tiene que tocarlo cada vez que interpreta la canción o "dejaría de ser Sultans of Swing".

Esto se evidencia claramente en un concierto de 2009, donde el público estalla en gritos y aplausos cuando Knopfler toca esa parte.