En una jornada gris, que por momentos fue iluminada por los rayos del sol, este domingo 14 de abril, miles de devotos y peregrinos participaron con fervor y emoción de la Solemne Procesión que marcó el cierre del Septenario por los 133 años de la Coronación Pontificia de la Imagen de la Virgen del Valle. Estos días de gracia estuvieron enmarcados en el Año de la Oración convocado por el Papa Francisco y cuya temática es profundizada en la diócesis con la Carta Pastoral de nuestro Obispo.
Los actos comenzaron con la llegada de la Imagen cuatro veces centenaria de la Inmaculada del Valle a la plaza El Maestro, en brazos del obispo diocesano, Mons. Luis Urban?, para presidir esta fiesta que cada año se repite con fuerzas renovadas.
En este punto ya se encontraban ubicadas las imágenes del Beato Mamerto Esquiú y de San Nicolás de Bari, Patrono de La Rioja, que llegó para acompañar esta manifestación de amor a la Madre de Jesús en su advocación del Valle.
Inmediatamente comenzó la marcha de las 60 delegaciones de peregrinos, instituciones civiles y eclesiales registradas para pasar delante de la imagen de la Virgen. Portando banderas, carteles, pañuelos e imágenes la Patrona de los catamarqueños le brindaron emocionadas expresiones de amor y fe.
Luego del paso de la columna de peregrinos, se inició el desplazamiento de la imagen de la Virgen precedida por las imágenes de San Nicolás de Bari y del Beato Mamerto Esquiú. Delante se ubicaron las religiosas y religiosos, seminaristas, sacerdotes y el Señor Obispo, y detrás las autoridades civiles: el Secretario de Culto de la Nación Francisco Sánchez, el gobernador Lic. Raúl Jalil y el intendente de Capital Dr. Gustavo Saadi, autoridades legislativas provinciales y nacionales de las Fuerzas de Seguridad, entre otras, peregrinos y fieles en general.
La multitud de feligreses se desplazó por avenida Virgen del Valle hasta el Paseo General Navarro lugar del histórico acontecimiento de la Coronación Pontificia de la Virgen del Valle que celebramos en estas fiestas, continuando por calle República hasta Mariano Moreno, siguiendo por San Martín hasta el Paseo de la Fe. En el trayecto se rezaron los misterios del Santo Rosario, intercalando textos bíblicos, partes de la Carta Pastoral de nuestro Obispo sobre la oración, plegarias y alegres canciones.
Las imágenes de la Virgen y del Beato Esquiú fueron portadas por representantes de los Gauchos, Defensa Civil - Forestación, Gendarmería, Aguas de Catamarca, EC Sapem, Vialidad Provincial, Policía Federal, Servicio Penitenciario, Grupo Kuntur, Intantería y Cadetes de la Policía de Catamarca, Servidores Marianos, Tránsito Municipal de Valle Viejo, Guardianes de la Virgen, Custodia y Protocolo, Servidores del Beato Esquiú y Guardia Urbana de Valle Viejo.Luego de bordear la plaza 25 de Mayo, la Imagen bendita arribó al Santuario donde las muestras de amor a la Virgen se hacían cada vez más intensas, mientras las campanas echaban a vuelo y sonaban los acordes de la Banda de Música de la Policía de la Provincia. El clima de fiesta se expresó con vivas y pañuelos agitados, para saludar a la Reina y Señora de este Valle y de los corazones de miles de devotos y peregrinos.
Seguidamente, el Obispo Diocesano pronunció su mensaje final. Dirigiéndose a la Virgen le expresó su gratitud “por no cansarte de ser nuestra Madre celestial, nuestra compañera de viaje, nuestro pañuelo de lágrimas, nuestra más íntima confidente, ya que sólo Tú, después de Dios, sabes de nuestros pesares, debilidades y pecados”.
A continuación se entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino y el Himno a Catamarca interpretados por la Banda de Música de la Policía de la Provincia. Tras lo cual se realizó la ceremonia de arriamiento de la Bandera ubicada en la plaza 25 de Mayo.
Luego se impartió la bendición con indulgencia plenaria para quienes hayan recibido los sacramentos de la Reconciliación y la Eucaristía.
Entre vivas y cantos, pañuelos y banderas flameando, y lágrimas de emoción, la Sagrada Imagen fue llevada hasta su Camarín donde recibe el cariño permanente de sus hijos.
Prensa Iglesia Catamarca